No fue un jugador mediático, aunque fue internacional con Francia y jugó en importantes clubes de Europa. Sin embargo, el éxito en la vida le llegó fuera de los terrenos de juego. Si preguntásemos a cualquier aficionado quién es el futbolista más rico del mundo pocos responderían su nombre. No es Messi, ni Cristiano Ronaldo, ni tampoco David Beckham. Su nombre es Mathieu Flamini y puede presumir de poseer una gran fortuna que no precisamente ha construido con dinero procedente del balompié.
Formado en la cantera del Olympique de Marsella debutó con el primer equipo en diciembre de 2003 en un partido ante el Toulouse. Esa misma temporada perdería la final de la Copa de la UEFA ante el Valencia CF. Su buen hacer en el equipo francés pese a su corta edad valió para que el Arsenal de Wenger llamara a sus puertas. En el conjunto inglés formó uno de los mejores centros del campo de aquella época, siendo pareja de baile de Cesc Fábregas. Este equipo llegó a la final de la Champions League en 2006, que perdería contra otro equipo español, el FC Barcelona.
El 8 de abril de 2008 Flamini disputó su último partido con el Arsenal y fichó por el Milan. En el equipo italiano empezó desde el banquillo, pero poco a poco se fue ganando un hueco en el once titular, al igual que ocurrió con los gunners. En 2010 conquistó el Scudetto con una gran participación. Sin embargo, la siguiente temporada se lesionaría de gravedad y prácticamente se la perdió entera.
En junio de 2013 Flamini se marcharía del Milan como agente libre y su destino volvería a ser el Arsenal, club de sus amores, donde permaneció otras tres campañas rindiendo a un buen nivel, siendo cedido en su último año al Crystal Palace. En 2017 quedaría otra vez libre y emprendió una nueva aventura en el fútbol español de la mano del Getafe. En el conjunto madrileño solo jugó medio curso y su participación con los azulones fue anecdótica. Pese a que no anunció la retirada, ya no se ha vuelto a vestir de corto.
Flamini se formó en la cantera del Olympique de Marsella. Jugó en dos etapas con el Arsenal. Milan, Crystal Palace y Getafe han sido sus otros equipos
Flamini quiere salvar el mundo del cambio climático
Tras su etapa en el Getafe, Mathieu Flamini se metió de lleno en la empresa GFBiochemicals, de la que es uno de sus fundadores. La idea del centocampista francés empezó en Milan, donde se asoció con un amigo italiano Pasquale Granata. Fue la de producir ácido levulínico a escala comercial a partir de la biomasa. De esta manera forjó su gran fortuna, ya que el valor potencial de su empresa se estima de unos 30.000 millones de euros.
Su empresa produce ácido levulínico a escala comercial a partir de la biomasa y se estima que su valor potencial es de unos 30.000 millones de euros
«Ayudará a disminuir el óxido de carbono. Este ácido tiene un fuerte potencial porque reacciona exactamente como el petróleo, lo que significa que puede reemplazarlo«, aseguró en una ocasión Flamini a la BBC.
Y es que el ácido levulínico es un químico que ha sido identificado por el Departamento de Energía de Estados Unidos como una de las 12 moléculas clave que podrían ayudar a desarrollar un mundo más verde.
«El ácido levulínico tiene un fuerte potencial porque reacciona exactamente igual que el petróleo, por lo que puede reemplazarlo»
En 2020, Flamini ya había registrado más de 200 patentes en todo el mundo relacionadas con su ácido y firmó una alianza con Towell Engineering Group (energética con sede en Omán que opera también en países como Kuwait, Emiratos Árabes Unidos, Catar e India) para comercializar el ácido bajo la marca NXTLEVVEL Biochem.

Creador de una gama de productos veganos de belleza junto con Özil
Como dato curioso, Flamini se representaba a sí mismo, no necesitaba agente. Sobran los motivos dado su buen ojo empresarial. A sus 37 años tampoco está casado ni tiene hijos, algo atípico dentro del mundo de los futbolistas.
Además, los negocios de Flamini no acaban aquí. También es el creador de la marca Unity, la gama vegana de productos de belleza masculina que lanzó en 2018 con el también futbolista Mesut Özil, con quien compartió vestuario en el Arsenal.
Por si fuera poco, ha acudido como conferenciante a cumbres del clima, actos del Young Global Leaders del Foro Económico Mundial o en los del Consorcio de Bioindustria de la Comisión Europea, como así asegura la Revista Vanity Fair. Sin lugar a dudas, un ejemplo a seguir para cualquier futbolista que quiera tener un plan B a su carrera deportiva.