En el artículo de esta semana os traemos la explicación de otro aspecto clave para los equipos, LA COHESIÓN. La cohesión ha sido un tema muy tratado desde siempre en la psicología social, y han sido los psicólogos deportivos los que han cogido este concepto y lo han adaptado a las necesidades grupales de los equipos.
Cohesión de grupo es igual a unidad. Que los miembros del equipo se encuentren bien los unos a los otros, que estén conectados, unidos los unos a los otros y esa conexión que a veces ocurre en los equipos, que hace que todos remen hacia el mismo sitio y que estén a gusto entre ellos.
Muchos entrenadores son conscientes de la importancia que tiene la cohesión de grupo en los equipos, pero como muchos otros aspectos que hemos trabajado otras semanas, la mayoría no lo trabaja, no lo alimenta.
Construir la cohesión de grupo requiere una serie de conocimientos y recursos técnicos. No basta la buena voluntad y la inquietud de todos los miembros de un grupo por trabajar en equipo. Debe ser un proceso trabajados, costoso y largo, que se va desarrollando día a día, semana a semana, año a año, no es un aspecto fácil de mejorar. Es un proceso que implica la coordinación de los responsables del club, del entrenador y de los propios futbolistas.
Para mejorar la cohesión del equipo deportiva, se necesita que todos los miembros es este grupo trabajen y se esfuercen, pero en concreto se necesita la aportación de los líderes del equipo, como el entrenador, los capitanes o los jugadores de más. El liderazgo del equipo es clave para que éste funcione como tal. Grupos con problemas de liderazgo nunca llegan a funcionar como un auténtico equipo.
La característica que define al equipo de fútbol y a su espíritu es la cohesión interna. Pero, ¿Qué es la cohesión interna?
Carron (1982) definió la cohesión de equipo como un proceso dinámico que se refleja en la tendencia de un grupo a unirse y permanecer unido en busca de unos determinados objetivos. A lo largo de años se han realizado estudios donde se muestra la relación positiva entre la cohesión de equipo y el éxito deportivo en los deportes que requieren cooperación. Se ha observado asimismo, una relación positiva entre la cohesión de equipo y otras variables del funcionamiento del grupo que podrían afectar su rendimiento; entre ellas, un mayor esfuerzo del grupo hacia la consecución de las metas colectivas, un absentismo laboral menor y una mayor puntualidad, una mayor satisfacción personal de los componentes del equipo y una mayor estabilidad de la estructura y la organización del grupo.
Cohesión y rendimiento se retroalimentan entre sí. La cohesión interna incrementa el rendimiento, lo que a su vez potencia la cohesión interna del equipo. No es aconsejable e incluso se considera peligroso esperar a que el equipo alcance la cohesión apelando exclusivamente al rendimiento, debe ser a la inversa, trabajando para alcanzar la cohesión interna será más fácil que «lleguen los resultados».
Todos los miembros del equipo, futbolistas, entrenador y demás técnicos, están llamados a trabajar diariamente a favor de la cohesión interna.
En el artículo de la semana que viene os mostraremos los aspectos más importantes referentes a la cohesión de grupo, y como podremos mejorarla, mediante actividades o ejercicios prácticos.