La semana anterior estuvimos hablando sobre la cohesión de grupo, en qué consiste y su importancia dentro de la estructura de un equipo.
Las características más importantes que acompañan a la cohesión son:
– Grado de aceptación de los objetivos del grupo.
– Comunicación.
– Conformidad con las normas.
– Perseverancia ante la dificultad.
– El rendimiento aumenta.
– La percepción que el equipo tiene de sí mismo y de otros grupos.
– Satisfacción personal.
– Motivación.
– Estabilidad.
Además para crear la cohesión en un grupo se depende de varios factores muy importantes como pueden ser el ambiente del equipo o la personalidad del líder, normalmente tiene que ser un líder que tenga carisma y porque no incluirlo también, el hecho de haber tenido algún éxito inicial para reforzar el proyecto que se tiene. La cohesión del equipo es más fácil que exista mientras que las cosas marchan bien, el problema se presenta cuando aparecen las dificultades (el trabajo no avanza, el equipo es cuestionado desde fuera, etc.).
Si ante una dificultad (ya afecte al equipo en su conjunto o a un miembro determinado) los miembros del equipo hacen causa común, se involucran, tratan de encontrar una solución, evitan las críticas internas y se apoya al miembro afectado, la cohesión del equipo aumentará. Si por el contrario, ante una dificultad la gente se desentiende, arrecian las críticas hacia el miembro responsable, se busca «cortar cabezas», la cohesión del equipo quedará muy dañada.
Hoy en día existen muy pocos equipos que funcionan como tales y que van todos en la misma dirección. La mayoría son un grupo de futbolistas que coinciden en un grupo y que comparten la actividad. Todos tienen un objetivo personal que se suele priorizar y del que necesitan el apoyo del equipo y de los objetivos colectivos para poder alcanzarlos, eso es lo que les une. Pero no es fácil lograr en ellos un sentimiento común, una complicidad, que les lleve a trabajar juntos y afrontar las dificultades de forma cohesionada.
Se da mucha importancia al trabajo en equipo pero en los vestuarios aún hay escasa ingeniería para la construcción de la cohesión interna, que lo facilita. En una situación como la que tenemos hoy en día, de penuria económica, las diferencias pueden venir marcadas por la optimización de los recursos humanos de los equipos, en concreto por la implantación de la cultura de trabajo en equipo.
Lograr la cohesión interna en un grupo, conseguir que trabaje como un auténtico equipo, es un proceso largo y laborioso, no exento de dificultades. Es un proceso que se concreta en un trabajo específico a realizar en el día a día. También es un proceso que requiere tiempo. Se puede ir logrando cuando la temporada ya está avanzada y se va mejorando temporada a temporada.
La calidad y el talento individual se pueden fichar, la cohesión se construye. No hay dinero con el que poder comprar la cohesión interna. Ésta es el resultado del trabajo de todos los integrantes del equipo, dirigido y coordinado por el entrenador.