El Callosa pasó por unos momentos complicados al ver que sus jugadores caían lesionados, algunos parecía que de gravedad, pero las pruebas tranqulizaron, en casi todos los casos, al club que finalmente, y a pesar de lo que parecía, pudo hacer una convocatoria con casi todos los integrantes de la primera plantilla. Las semanas de dudas y bajas no han terminado de afectar a un equipo que de momento se mantiene en la zona alta de la tabla.
A pesar de las noticias que llegaban durante la pasada semana, en las que parecía que el Callosa iba a tener que echar mano del filial, los futbolistas fueron recuperándose de sus dolencias, y José Miguel Serna solo tuvo que convocar para el encuentro frente al Universidad de Alicante, que terminó con empate a 0, a un jugador del B, concretamente a Álex Monera, a parte de Juanjo Molina y Sergio Mirete, que son habituales en el primer equipo y se han incorporado casi al 100% en la dinámica del equipo de Preferente.
La cara negativa de las informaciones son los jugadores Santi Silvar y Quique Granados, sobre todo el primero que se está complicando su lesión de rodilla. Lo que en un principio parecía un esguince de rodilla podría conllevar a algo peor, pues no ofrece síntomas de mejoras y tendrá que someterse a pruebas para determinar el alcance de la lesión.
A mantenerse arriba a pesar de las contrariedades
El conjunto de la Vega Baja está situado en la quinta posición de la tabla con 11 puntos, a tres del líder, y en la próxima cita tendrá que verse las caras con un Ilicitana al que recibirá en El Palmeral en la posición 17 con tan solo 4 puntos. El encuentro se disputará el próximo domingo 15 de octubre a las 17:00 horas.
Para el duelo, en principio el Callosa recupera a todos los efectivos, excepto a los mencionados Santi Silvar y Quique Granados, aunque el club pretende esperar al paso de los días para poder confirmar la presencia del resto de la plantilla en el encuentro de la jornada 7.
