El curso 2017/18 ha significado el descenso a Liga Nacional Juvenil de un Hércules cierra su periplo de dos campañas en la élite.
No obstante, la pasada temporada la permanencia les costó sangre, sudor y lágrimas a los alicantinos, y es que la consiguieron en la última jornada imponiéndose en su campo a rival directo, el CD Castellón.
Esta vez le salió cruz
Esta temporada la última fecha tuvo también al Hércules como uno de los equipos que se jugaba la vida pero salió cruz. Los de la Costa Blanca se jugaban su continuidad en la categoría en casa del Atlético Madrileño, donde debían, al menos, empatar para no depender de terceros, sin embargo, un sonoro 4-0 no dio opción tan siquiera en mirar al resto de duelos directos, donde tampoco hubo fortuna.
La meta esta temporada era no sufrir tanto pero finalmente el equipo no logró evadirse de la zona baja de la tabla clasificatoria desde el principio de la liga. Y es que tras empatar en la primera jornadas en Alboraya los de Jorge Olivares encadenaron cuarto derrotas consecutivas y su primer triunfo no llegó hasta la sexta jornada, instante en el que doblegaron al Ranero en casa.
Demasiada irregularidad
Tras encajar una dura goleada ante el Levante, los blanquiazules sumaron tres partidos sin perder, con empates frente a Villarreal y Torre Pacheco y triunfo ante el Toledo. El mes de noviembre volvió a comenzar de forma irregular, derrota en Murcia, triunfo ante el Torre Levante y empate contra el Kelme.
Después de la derrota ante el Roda los alicantinos se mantuvieron seis jornadas invictos, con tres empates consecutivos ante Alboraya, Atlético Madrileño y Albacete, una gran victoria frente al Valencia, un empate en el Elche un triunfo clave ante el UCAM Murcia. No obstante, la dinámica positiva se vio quebrada cuando el conjunto de Jorge Olivares se vio superado por el Ranero por la mínima.
En los siguientes encuentros únicamente perdió uno, ante el Villarreal, el resto, dos triunfos, frente a Levante y Toledo, y un empate ante el Torre Pacheco. La victoria en tierras toledanas, a comienzos del mes de marzo, fue la última de la temporada.
Sólo dos puntos en los seis últimos duelos
La recta final de la campaña fue francamente negativa. Los alicantinos solo sumaron dos puntos en los últimos seis partidos tras salir de la zona de descenso. Esa dinámica le llevó nuevamente a Liga Nacional Juvenil. Los blanquiazules únicamente arañaron puntos a Hércules y Kelme. Por el contrario, cayeron derrotados frente a Torre Levante, Roda, en la penúltima jornada, y Atlético Madrileño, en la capital de España, donde confirmaron el peor de los presagios.
El Hércules ha concluido la liga con 32 puntos (7V-11E-12D) con 30 goles a favor y 43 dianas en contra. A los de Olivares les penalizó en exceso su rendimiento fuera de casa, donde no fueron capaces de sacar más que una sola victoria.
Mal bagaje a domicilio
Una vez finalizada la liga el equipo alicantino deberá cerrar la temporada con una participación digna en la Copa Federación.