Los valencianos, cuyo único objetivo radicaba en conseguir la permanencia cuanto antes para asentarse en la élite del fútbol juvenil, están a salvo, consiguieron la salvación en la última jornada en su regreso a la máxima categoría al vencer en la última jornada al Kelme. Foto: Alboraya UD.
El equipo de Sergio Salgado comenzó la temporada con un empate en casa ante el Hércules y una derrota a domicilio en el campo del actual líder, el Atlético Madrileño. En la tercera jornada llegó la primera victoria rojilla, fue en Vila-real ante el Roda en un emocionante partido que concluyó 3-4. Posteriormente los valencianos encadenaron hasta tres derrotas consecutivas, como locales ante Albacete y Elche, y fuera frente al Valencia.
Costó demasiado encontrar el camino de la victoria
Un importante triunfo por la mínima en tierras murcianas ante el UCAM Murcia hacía crecer la ilusión, sin embargo, en las jornadas sucesivas al equipo le costó encontrar el camino de la victoria, tanto que le costó cinco partidos. Otras tres derrotas seguidas, ante Ranero, Levante y Villarreal, relegaron a los chuferos a la zona baja, de la cual quieren salir.
El punto de inflexión del Alboraya llegó en noviembre, en un partido en Torre Pacheco que se saldó con un empate, parecía poco botín en un principio pero una semana más tarde los rojillos encandenaban su segunda jornada sin perder, algo que conseguían por primera ocasión, al imponerse a un rival directo como el Toledo. Tras un borrón en Murcia, el equipo de Sergio Salgado concluyó el 2017 sumando ocho puntos de doce, en su mejor momento.
Concluyeron el 2017 justo en su mejor momento
El conjunto chufero empató ante el Torre Levante, venció al Kelme, firmó tablas frente al Hércules y concluyó el año de una forma inmejorable, venciendo al líder, el Atlético Madrileño. Sin embargo, el cambio de año no le sentó bien al equipo y cayeron en casa frente al Roda.
Posteriormente encadenaron hasta cinco empates consecutivos, dos como local y tres como visitante, el más destacado de ellos en casa ante el Valencia. Los partidos ante Levante y Villarreal, ambos saldados con derrotas, complicaron la vida a los valencianos y les dejaron en zona de descenso.
Fuertes en casa en el momento más importante
En la recta final los chuferos alternaron triunfos en casa, ante Torre Pacheco y Murcia, y derrotas a domicilio en Toledo y Orriols. El equipo de Sergio Salgado llegó a la última jornada en zona descenso pero dependiendo de sí mismo para sellar su continuidad en la categoría.
Era un duelo directo por la permanencia entre Alboraya y Kelme, un choque dramático en el que terminaron salvándose los dos. El duelo se mantuvo igualado durante todo el encuentro, no así el marcador, que a los 33 minutos de juego se vio quebrado por el gol de Javier. En la segunda mitad el electrónico no reflejó cambios, los locales se salvaron por la victoria y los visitantes por las derrotas de Toledo y Hércules.
Objetivo cumplido
Así las cosas, el Alboraya termina la liga undécimo con 33 puntos (8V-9E-13D) con 29 goles a favor y 45 dianas en contra. De esta forma los chuferos, en su regreso a la máxima categoría del fútbol juvenil, han logrado cumplir su objetivo, estar una temporadas más entre los grandes. Entre los futbolistas más destacados durante la primera mitad de la competición están el defensa Fabián Veloz o los centrocampistas Borja Miguel, Raúl Enguídanos o Pedro Del Puerto.