El Ciutat albergó la final de la Copa del Rey de rugby en una matinal en la que desde pronto se notó un ambiente festivo en las inmediaciones del campo y en la que 15.100 espectadores fueron testigos de esta gran cita. Reportaje fotográfico de Paloma Navarro.
El VRAC cogió las riendas de inicio
El VRAC se fue con una distancia insuficiente y que podía haber sido mucho mayor al descanso. El conjunto quesero saltó mejor al verde del Ciutat de Valencia y al minuto de juego ya estaban por delante gracias a un ensayo de Guillermo Mateo que posteriormente transformaría el pateador Gareth Griffiths.
El 0-7 inicial no sentó bien al Chami, que vio como solo ocho minutos después el luminoso se iba a una preocupante distancia de 10 puntos gracias a un golpe de castigo, que de nuevo, Griffiths transformó a la perfección. Y la distancia iría todavía más en aumento. El Salvador estaba mermado y se dedicaba a despejar el oval una y otra vez de su zona de ensayo. El colegiado señaló de nuevo golpe de castigo tras una melé frente a los palos, que de nuevo el centro del VRAC no desaprovecharía.
El 0-13 despertó al Salvador, que comenzó a remar contra viento y marea, literalmente. Pasado el primer cuarto de hora de partido de absoluto dominio de su contrincante, comenzaron a llegar sus puntos. Tras un touch, el Chami fue ganándole terreno al VRAC para confirmar, gracias a Leandro Wozniak su primer ensayo. Poco después, de forma similar, Nuu Junior haría lo propio, aunque ninguno de los dos fue transformado por Sam Katz ya que la trayectoria del chut se vio afectada por el viento. Con todo, El Salvador maquilló el resultado manteniéndose con vida en una final que se decidiría en la segunda parte.
Más corazón que acierto para El Salvador
La segunda mitad comenzó de igual forma, con un valiente VRAC, que apenas cuatro minutos después de la reanudación ya contaba con un golpe de castigo en una posición favorable. Pero esta vez el viento estaba en su contra, y Griffiths fallaba de forma inesperada, por la efectividad del pateador. La situación fue aprovechada por Chami para igualar el marcador con un golpe de castigo que esta vez no perdonaba Sam Katz.
No tardó en reaccionar VRAC. Tras una fase de insistencia, el empuje dio sus frutos con un ensayo del capitán Kalo Gavidi, que esta vez sí sería transformado por Griffiths, instantes después mandando el marcador a 13-20. Chami aprovecharía, tras su saque de centro, un golpe de castigo a escasos 15 metros de los palos para recortar distancias con los puntos de Sam Katz.
Cuatro puntos por abajo, El Salvador veía como el tiempo se agotaba y decidió priorizar al ensayo en sus ataques, desaprovechando incluso situaciones de golpe de castigo con el fin de lograr ataques con más puntos. La defensa del VRAC, atenta, no concedió en exceso y tuvo la opción de finiquitar el encuentro con un golpe de castigo que de nuevo fallaría Griffiths. El VRAC fue consumiendo el reloj con posesiones largas y pases seguros, pero El Salvador tendría la opción final de buscar el ensayo, aunque las prisas llevaron a la imprecisión y el marcador ya no se movió del definitivo 16-20. Lo que bien comenzó, terminó aún mejor para VRAC que se cobró su venganza particular contra El Salvador, quien venció en la última final de Copa del Rey en la que se enfrentaron, ahora hace dos años.
