Durante la pasada semana, la provincia de Castellón tuvo el privilegio de albergar dos amistosos entre las selecciones de España y Rúsia Sub-18, en la que los asistentes, el primer día en Segorbe y el segundo en Benicàssim, pudieron ver a las promesas de dos de las mejores selecciones europeas de fútbol sala. Foto: FFCV.
El primer día, la suerte sonrió a España, que ante la afición de Segorbe venció por 5 goles a 2 a Rúsia, en el primero de los amistosos previos a la disputa del europeo de la categoría. El encuentro se decidió desde el inicio, con dos goles de Javier Ignacio Gómez y otro de Manuel Cebrián que pusieron el 3-0 antes de irse al túnel de vestuarios. Tras la reanudación una desafortunada acción de los rusos llevó el 4-0 al electrónico tras un gol en propia puerta. Consiguieron recortar distancias hasta establecer el 4-2, pero un último gol de Antonio Pérez puso el 5-2 definitivo.
Menos suerte hubo para el combinado dirigido por Federico Vidal el día siguiente en Benicàssim, donde Rúsia llegó con la lección aprendida y aprovecharon sus armas para hacer mucho daño a España. Así pues tan solo necesitaron 6 minutos para anotar el primer gol, aunque no se movería más el marcador en toda la primera mitad. Tras el paso por vestuarios el partido enloqueció, y los rusos mostraron todo su potencial para disparar la ventaja hasta el 0-5. El gol del honor que estableció el 1-5 definitivo lo volvió a anotar Antonio Pérez justo al final. Así pues la prueba de fuego de España previa a la Eurocopa terminó con una victoria y una derrota.
