El veterano tenista de Xàbia culminará su larga carrera profesional el próximo año con la participación en seis torneos, la mayoría sobre tierra batida y con el Masters de Madrid como cita elegida para su punto y final. Para entonces, David Ferrer ya habrá cumplido 37 años y habrán pasado casi dos décadas desde que debutó en el circuito.
Justo antes de disputar el reciente US Open a finales de agosto, el alicantino anunció su decisión de colgar la raqueta en 2019 y aseguró que aquella sería su última participación en un ‘Grand Slam’. Ahora ha ofrecido más detalles sobre sus planes de futuro en una entrevista concedida al portal Javea.com, en la que indica las seis citas que no se quiere perder el año que viene.
Si el físico se lo permite, Ferrer comenzará el próximo curso en la Copa Hopman junto a Garbiñe Muguruza.
Será la primera vez que el veterano tenista dispute un torneo al que España acudirá como segundo país con el mayor número de títulos (1990, 2002, 2010 y 2013), solo superado por los seis trofeos de Estados Unidos.

El último triunfo español también tuvo representación valenciana gracias a la recientemente retirada Anabel Medina, quien se proclamó campeona hace cinco años junto a Fernando Verdasco, imponiéndose en la final nada más y nada menos que a la Serbia de Novak Djokovic y Ana Ivanovic.
En esta ocasión, el dúo español cuenta con una buena oportunidad de triunfar, gracias a la enorme experiencia de un Ferrer ganador de tres Copa Davis y a la calidad de una Muguruza capaz de todo cuando está inspirada, tal y como demuestra el hecho de que para el próximo año sea la segunda favorita en Betway a ganar Roland Garros.
Con una cuota de 8.00 a 19 de septiembre, y la tercera para conquistar Wimbledon, con una cuota de 9.00 a esa misma fecha. Al fin y al cabo, en su palmarés ya figuras ambos títulos y, además, los ganó ante dos auténticas leyendas como Serena Williams en el caso parisino y como su hermana Venus en lo que respecta al torneo inglés.
Un último paseo por sus torneos estrella
La siguiente cita de Ferrer será en el Open de Auckland, el primer torneo sobre pista dura que ganó.
Hasta enero de 2007, el alicantino había disputado cinco finales individuales de la ATP, todas ellas en tierra, pero entonces llegó a la final del torneo australiano y la ganó frente a Tommy Robredo.
Posteriormente volvería a alzar el trofeo en 2011 con una victoria ante David Nalbandián, en 2012 con un triunfo ante Olivier Rochus y en 2013 tras batir a Philipp Kohlschreiber e igualar el récord de Roy Emerson, motivos suficientes para que quiera incluir este torneo en su escueta lista de compromisos durante 2019.

Los siguientes compromisos del ex número tres del mundo serán otros dos torneos de gran importancia en su carrera: el Open de Argentina y el Open de México.
En Buenos Aires ha disputado cuatro finales (2010, 2012, 2013 y 2014), la primera de las cuales la perdió ante Juan Carlos Ferrero, pero las tres siguientes las ganó contra Nico Almagro, Stan Wawrinka y Fabio Fognini, respectivamente.
En Acapulco es donde más finales ha jugado, con un total de cinco: en 2010 se impuso a Ferrero, en 2011 venció a Almagro, en 2012 ganó a Verdasco y en 2013 cayó ante Rafa Nadal, pero en 2015 recuperó el trono con un triunfo ante Kei Nishikori.
Traca final en Barcelona y Madrid
Aunque podría haber escogido como último escenario la Philippe-Chatrier parisina, donde en 2013 disputó su única final de ‘Grand Slam’, Ferrer ha confirmado que ya no volverá a jugar en ningún grande y los dos eventos tenísticos de mayor importancia en España servirán para despedirlo definitivamente.
El Trofeo Conde de Godó de Barcelona ha visto al alicantino luchar en la final hasta en cuatro ocasiones (2008, 2009, 2011 y 2012), pero en todas ellas sucumbió frente a Nadal. Si para entonces está en condiciones de jugar, será su decimoquinta participación en el torneo catalán.

Una menos que en el Masters de Madrid que pondrá fin a su trayectoria como tenista profesional. Ferrer ha sido finalista en seis de los nueve torneos Masters 1.000 del circuito y considera el título de París como el más importante de su carrera, pero ha querido que su despedida sea en Madrid, donde nunca ha pasado de semifinales.
Sin Ferrer ni Medina, el indiscutible baluarte del tenis valenciano pasará a ser Roberto Bautista, integrante del equipo español en las semifinales de la Copa Davis.