Son tiempos en los que diferentes profesionales ofrecen sus servicios de forma gratuita en las redes sociales para así amenizar el tiempo en el que estamos obligados a permanecer en nuestros domicilios debido al estado de alarma por el coronavirus. Este es el caso de psicólogos o médicos, pero también de gente que utiliza un polémico sentido del humor.
Hola, soy árbitro de fútbol desde hace 10 años. Si estos días necesitas insultar a alguien para no perder tu estabilidad mental, de forma que los que viven contigo salgan perjudicados, háblame y te paso mi número para que me mandes audios
— Jandro (@JandroCastroAl) March 17, 2020
Hablamos de este tuit que lanzó Jandro Castro Alarcón, árbitro de la Tercera División gallega que ha desatado la polémica en Twitter. «Soy árbitro desde hace 10 años. Si estos días necesitas insultar a alguien para no perder tu estabilidad mental, de forma que los que viven contigo salgan perjudicados, háblame y te paso mi número para que me mandes audios«, escribe en el tuit.
«Aunque hay gente que malinterpretó el tuit como que frivolizaba con una conducta que considero deplorable… Entiendo que no se puede normalizar ni la más mínima falta de respeto»
Jandro lleva diez años en el arbitraje y asegura haber sufrido todo tipo de insultos. En declaraciones para El Desmarque, el árbitro dice que «el tuit lo escribí después de ver que muchos decían cosas por el estilo de su trabajo. Otros que lo hacían de coña y a mí me hacían gracia, por lo que se me ocurrió y lo puse en el momento. Como árbitro persigo mucho que el comportamiento en un campo de fútbol sea correcto hacia cualquier persona. Aunque hay gente que malinterpretó el tuit como que frivolizaba con una conducta que considero deplorable. En mi labor como árbitro, sobre todo en el fútbol base, que lo entiendo como educación, entiendo que no se puede normalizar ni la más mínima falta de respeto«, asegura.
«En Tercera me tratan con muchísimo respeto. Entienden que somos un deportista más, que entrena como ellos y que le dedicamos muchas horas»
Pese a recibir insultos de la gente en campos de regional, asegura que con los futbolistas y entrenadores la cosa cambia. «Donde sí noto muchísimo el cambio es en el comportamiento de los jugadores y de los técnicos. A mí en Tercera me tratan con muchísimo respeto. Entienden perfectamente que somos un deportista más, que entrena como ellos y que le dedicamos muchas horas. Nosotros competimos por nuestros objetivos, y a pesar de la tensión o lo mucho que hay en juego, reconozco que hace tiempo que ningún jugador o entrenador me ha insultado en esta categoría. De hecho, no recuerdo cuál fue el último. Es de agradecer», afirma.
