Los jugadores del Celta de Vigo y de la UD Ibiza Santi Mina y David Goldar han comparecido esta mañana de lunes 28 de marzo en los juzgados de Almería. El delantero vigués acude para ser juzgado por un presunto caso de agresión sexual, y el futbolista del conjunto balear acude por ser acusado por la acusación particular como «colaborador necesario».
El Ministerio Fiscal pide ocho años de prisión para Santi Mina, según ha informado el medio de comunicación La Voz de Galicia. Una mujer denunció en 2017 una presunta agresión sexual sucedida en Mojácar (Almería).
Al parecer según la versión de la denunciante Santi Mina «intentó satisfacer su apetito sexual a pesar de la manifiesta voluntad contraría» de la chica, en unos hechos sucedidos en el interior de una caravana cerca de una discoteca de Mojacar. El abogado de la mujer argumenta que esta mujer sufrió una «sintomatología ansiosa y depresiva grave y su vida cotidiana ha resultado «muy afectada», y sufre un trastorno de «estrés postraumático crónico». Goldar, según la versión de la mujer, no actuó en su defensa «habiendo podido evitar la acción».
El defensa de la presunta víctima ha reclamado que las sesiones se celebren a puerta cerrada justificando «una gran afectación psicológica» por el tipo de delito que se trata y la difusión que los medios de comunicación podrían darle al caso al tratarse de dos jugadores de la élite. El abogado de Goldar por su parte ha mantenido que es un derecho fundamental el tener un «juicio público» para demostrar ante todo el país la inocencia de su defendido.