El filial amarillo inicia un ilusionante año 2017 con plenas posibilidades de luchar por su clasificación para la fase de ascenso a Segunda División, logro que alcanzó en el 2016 aunque no pudo superar la primera ronda. Analizamos el contexto del equipo de Paco López en la previa al comienzo de la segunda vuelta del curso futbolístico.
El Villarreal B completó una primera vuelta progresiva y ascendente, al contrario que en la anterior, cuando los de la Plana Baixa se posicionaron pronto entre los primeros. En esta ocasión la dinámica ha sido diferente, al conjunto de Paco López le ha costado instalarse en la zona alta de la tabla clasificatoria, no en vano, en las primeras jornadas se situó más cerca de los puestos bajos que de los de arriba, todo fruto a errores en jugadas a balón parado o encajando goles en los últimos minutos. Estos factores impidieron que el buen juego de los amarillos se viera correspondido por resultados.
Sin embargo, los jóvenes valores del Villarreal terminaron la primera vuelta de la competición a solo cinco puntos del cuarto clasificado, con una dinámica una sola derrota en los últimos siete partidos. De los citados siete encuentros los amarillos vencieron en cuatro, Atlético Saguntino, Hércules, Atlético Levante y Mallorca B y empataron en otros dos, Ebro y Atlético Baleares, ambos a domicilio.
El segundo equipo del Villarreal abrirá la segunda vuelta de la competición celebrando un aniversario, pues ante el Cornellà jugará su partido 250 en Segunda División B en la que está siendo su séptima temporada en la categoría de bronce del fútbol español. A lo largo de esta andadura destacan dos puntos álgidos en especial, las dos promociones de ascenso a la categoría de plata del fútbol nacional. La primera fue en 2009, cuando los amarillos lograron su único ascenso a Segunda División tras quedar segundos en la tabla, únicamente superados por el Girona, y después de eliminar en el ‘play-off’ a Zamora, Lorca y Jaén, certificando el ascenso en el estadio de La Victoria. La otra fue la pasada campaña, cuando el equipo, ya de Paco López, cayó en la primera eliminatoria a manos del Logroñés.
Esta andadura del filial vila-realense dio el pistoletazo de salida el 26 de agosto del 2007 en el Olímpic de Terrasa cayendo por 4-1 ante los barceloneses. Era un debut en Segunda B perseguido, pues hasta en tres ocasiones intentó el Villarreal B el ascenso en un espacio de cuatro temporadas. En su debut en Tercera, en la temporada 2003/04, el cuadro amarillo sucumbió en Badalona en el último encuentro la liguilla de ascenso, después fue el Espanyol B el verdugo, para ya, en 2007, alcanzar el ansiado ascenso superando en Anduva al Mirandés. Ahora en Miralcamp piensan en hacer algo parecido, clasificarse para su tercera promoción de ascenso y, repetir el mismo resultado que hace una década para regresar al fútbol profesional, donde el equipo compitió durante tres temporadas. Un sueño a alcanzar a base de fútbol.
Con todo, el Villarreal B inicia la segunda parte de la liga en sexta posición con 28 puntos (7V-7E-5D) con 26 goles a su favor y 22 en contra, números que le hacen estar a cinco unidades de la zona de ‘play-off’ de ascenso a Segunda División, que marca el Hércules de Alicante. En el último partido del año pasado, jugado también en casa, los amarillos vencieron por 3-2 al Mallorca B, con sendas dianas de Carlos Martínez, uno de los pilares del equipo, el catalán es el segundo máximo goleador del Grupo III de Segunda División B con 11 goles.
La próxima cita de la escuadra de Paco López será el próximo domingo en casa ante el Cornellà a partir de las 12:00 horas, enfrentándose a un equipo que tan sólo tiene un punto menos que el combinado filial. Sin embargo, su dinámica es totalmente opuesta ya que llevan cinco partidos sin ganar, aunque únicamente han perdido el último de ellos, siendo un atractivo partido entre dos equipos que tratarán de empezar el año recortando distancias con el tren de cabeza.
