El Juventud-Barrio del Cristo llega a la recta final de temporada algo por debajo de las expectativas trazadas al comienzo del campeonato, analizamos sus números y su estado en profundidad y nos adentramos en un dato curioso pero negativo que está marcando la actualidad del club.
Si hay un dato curioso, a la vez que polémico, en el Juventud-Barrio del Cristo de la presente temporada, son las reiteradas sanciones al preparador físico del equipo, Enrique José Simarro Llorens, hasta seis acumula en el presente ejercicio. La primera en la jornada 12, al infringir el artículo 109.1, agredir a otro, sin causar lesión, por que fue sancionado con cuatro partidos. En la jornada 19, al aplicar el comité el articulo 126, expulsión por doble amonestación, un partido.
En la jornada 23, el comité el sancionó aplicando el artículo 105, con cuatro encuentros por emplear lenguaje ofensivo, grosero u obsceno y/o gestos de la misma naturaleza. En la jornada siguiente fue sancionado por partida doble, con el mismo artículo 105, por emplear lenguaje ofensivo, grosero u obsceno y/o gestos de la misma naturaleza, con cinco partidos, y mediante el 129, con un duelo, por insultos, amenazas, empujones, zarandeos y provocaciones. La última sanción fue en la jornada 26, aplicándose el artículo 105, por emplear lenguaje ofensivo, grosero u obsceno y/o gestos de la misma naturaleza, siendo sancionado con ocho partidos más, las postreras sancionadas desde su posición en la grada.
Además, huelga decir que en el mes de octubre el colegiado Moreno Soler optó por suspender el duelo entre Massanassa y Juventud-Barrio del Cristo en el minuto 68, después de haber expulsado a tres jugadores visitantes y de producirse una situación en la que el trío arbitral, formado también por Bañuls Leal y Baena Baños, consideró que su integridad física corría peligro. Y es que la situación se volvió muy tensa cuando el guardameta Joan Hervás vio la segunda cartulina amarilla, siendo el tercer futbolista del Juventud que era expulsado, lo que provocó las protestas de los jugadores visitantes, siendo expulsado también, una vez parado el juego, el jugador de campo Rafa Castillo. Las consecuencias fueron las sanciones de dos meses a ambos por “insultar y agredir al árbitro en grado de tentativa”.
«Creo que es necesario compaginar las sanciones con iniciativas que controlen y reeduquen comportamientos antideportivos»
Ante esta situación, Golsmedia se ha puesto en contacto con Poveda, secretario técnico del Juventud-Barrio del Cristo, confesándose en los siguientes términos: “En el día a día del fútbol en general, a nivel nacional y por desgracia, el dibujo que se nos muestra en prensa y televisión, tanto en fútbol base, como en el fútbol profesional es predominantemente violento y fuera de lugar. Yo entiendo que esos tipos de comportamiento ha existido, existen y esperemos que dejen de existir. El deporte es para disfrutar y pasarlo bien compitiendo en equipo, con los rivales y contigo mismo. Comparto la necesidad de mano dura en situaciones violentas que siempre están fuera de lugar y hay que perseguir. No obstante creo que es necesario compaginar las sanciones con iniciativas que controlen y reeduquen comportamientos antideportivos, tanto de los jugadores, como del cuerpo técnico, como del público”.
«Todos podemos equivocarnos, pero lo importante es poner solución más allá de una sanción»
En el club valenciano entienden que “de sanción y penalización no sólo debe vivir el deporte del fútbol. Las Federaciones podrían proponer algo más…”. “Nosotros como familia y colectivo nos hemos equivocado en días, partidos y minutos puntuales, eso no debemos negarlo. Sin embargo, ¿no se equivocan hasta en Primera División los tríos o quintetos arbitrales?, creo que todos podemos, aunque no debemos, equivocarnos. Lo importante es poner solución más allá de una sanción, desde el club y el cuerpo técnico se ha hecho. Aunque nadie lo sepa, se ha invertido tiempo, dinero e ilusión en sesiones de coaching, tanto grupal como individual para reflexionar y mejorar en nuestro rendimiento deportivo-personal en el campo y fuera” asegura Poveda.
«Yo renovaría a mi cuerpo técnico al completo sin ninguna duda»
Además, también indica que “cuando tu inviertes tiempo, ilusión y dinero, haces una reflexión de autocrítica reconociendo errores que cometes, mejoras comportamiento de forma objetiva y recogida en informes y te vuelven a castigar, sin estar en el banquillo, estando en la grada como cualquier aficionado, habiendo testigos de tu comportamiento adecuado… sólo te queda que callarte y seguir mejorando. Todo pasa ¿no?”. “Todos nos podemos equivocar, yo me equivoco, los líneas, el árbitro y tú. Por lo que demuestran, hacen, mejoran, y han llorado, yo renovaría a mi cuerpo técnico al completo sin ninguna duda”, reconocen el secretario técnico.
«Estamos con las ganas de que todos los jugadores puedan demostrar todo lo que pueden dar de sí. Tengo un equipazo»
Respecto al contexto deportivo, con el equipo en la zona tranquila de la tabla y lejos de la promoción de ascenso, claro objetivo al comienzo de la temporada, en el club afirman que “se empezó la temporada con las ganas de estar lo más arriba posible asegurando matemáticamente cuanto antes la salvación. Ahora mismo estamos con las ganas de que todos los jugadores puedan demostrar al cien por cien todo lo que pueden dar se sí. Tengo un equipazo y como está pasando muchos tienen y tendrán ofertas superiores económicamente”.
El Juventud-Barrio del Cristo llega al tramo final de la campaña “muy castigado por las lesiones y sanciones. Todos pensábamos estar algo mejor en la clasificación. Tal vez por presupuesto no estábamos llamados a meternos en los primeros puestos pero se inició con mucha ilusión. Creo que es de resaltar que recibo llamadas para poder llevarse a jugadores a equipos con opciones de promoción y los futbolistas no tienen claro el querer irse”.
Desde el Juventud-Barrio del Cristo recalcan que “el club ha sido, es y seguirá siendo, pase lo que pase, un gran club por la gente que lo forma. Más allá de los jugadores y directivos hay gente como Julián, Tito, Mateo, Ángel y al coach Pedro Quesada, que se dejan la piel y el dinero por dejar el nombre del Barrio en el mejor sitio. Sólo por ellos y la Escuela de Fútbol Base merece la pena hacer los esfuerzos precisos para que el club vaya mejorando”.
El combinado dirigido por Luis Santafosta es decimosegundo con 35 puntos (9V-8E-9D) con 41 goles a favor y 38 dianas en contra. Con estos números el equipo está en la zona intermedia de la tabla clasificatoria, a 13 puntos de la promoción de ascenso y con una ventaja de 12 en relación a la zona de descenso a Primera Regional.
El próximo partido del equipo será mañana sábado a partir de las 18:00 horas, cuando los de El Perdiguer se medirán en casa al Llíria. El Juventud-Barrio del Cristo afronta este choque “con ganas de hacer un buen partido en casa y de ver como se recuperan lesionados y sancionados. Además, esperamos finiquitar pronto la permanencia y disfrutar del fútbol”.
Para este envite no serán de la partida los lesionados Paños, Jesús y Alfaro, y los sancionados Noe y Kike. Por su parte, el Llíria es décimo con 37 unidades, dos más que el propio Juventud, y viene de caer en casa frente al Requena.