La pegada del Ebro sentenció un duelo en el que los valencianos entraron muy bien en el partido pero que pronto se encontraron con un gol en contra. Remaron contracorriente, pero tuvieron buenas ocasiones. Los locales siempre golpearon cuando mejor estaban los visitantes.

Comenzó el partido con un ritmo endiablado, con ocasiones por ambas partes; de inicio fueron los de valencianos quienes, en los primeros cinco minutos tuvieron cerca el primero. Antes de cumplirse el primer minuto Joan se encontró con la intervención de Salva y el posterior remate de Ontiveros salió alto; dos minutos después de nuevo los mismos protagonistas; fenomenal remate a la media vuelta de Joan y saca una mano abajo no menos sensacional Salva para mantener virgen su meta. Sin embargo, el que si que aprovechó fue el Ebro. Balón a la jaula tras cabezazo de Fran García aprovechando un buen servicio desde la izquierda. No decayó el empuje visitante y en el 27 Arturo sacó un buen remate desde la frontal ligeramente alto.A diez del descanso pudo ampliar la renta Emaná que encaró a Cárdenas saliendo vencedor del duelo el cancerbero visitante. Con injusta derrota local, por lo visto en la primera parte, se llegó al descanso.

La recompensa llego antes de los diez minutos de la segunda. Un derribo de Parejo a Joan, tras excelsa cabalgada, iba a servir para una pena máxima transformada por Ontiveros que engañó con maestría a uno de los más destacados de la matinal Salva. Poco tiempo se mantendría la igualada en el tanteador.Superado el ecuador del segundo acto llegó el segundo de los zaragozanos, Víctor Andrés remataba en el segundo palo tras dos intervenciones consecutivas de Cárdenas ante Emanà; al final ya no pudo impedir el gol.

No cejó el equipo de Tevenet en buscar la igualada, aunque el hecho de volcarse dejó espacios que a la contra también pudo aprovechar el Ebro. El empate pudo llegar en el 90; una jugada embarullada que acabó en manos de Salva. Con los locales pidiendo la hora por la presión levantinista llegó la sentencia arlequinada. De Mesa remató con clase por encima del portero para llevar la tranquilidad a los locales y confirmar su triunfo.

Habrá que esperar a una próxima cita para que el filial levantinista pueda inaugurar su casillero de triunfos a domicilio. Hoy hizo más méritos que los que destaca el marcador, pero salió sin puntos.