32 años y con la ilusión de un juvenil. Kike Alcázar se siente con fuerza de continuar mucho tiempo ligado al mundo del balompié. Colgar las botas todavía lo ve lejos, pero se prepara de cara al futuro y y ya se encuentra cursando el nivel 1 de entrenador. Pepe Rodríguez
Seis promociones a sus espaldas: Albacete B, Mirandés, Villajoyosa, Sangonera, Dénia y Olímpic. Dos de ellas acabaron en ascenso (Villajoyosa y Olímpic). El zaguero (caracterizado por su polivalencia, poderío en el juego aéreo y su físico) confía en una séptima. Todas ellas más las eliminatorias de Copa ante Sevilla y Real Madrid son recuerdos inolvidables en su memoria.
¿Qué valoración hace de la temporada?
Ha sido un año bueno, pero queríamos haber conseguido el objetivo de la promoción. Me hubiera gustado jugar más, pero en los últimos seis o siete partidos el entrenador me ha puesto en mi posición y me he sentido cómodo. Mejor de central que de lateral.
¿Qué etapa en el Olímpic le trae mejores recuerdos?
Las dos etapas tienen sus cosas buenas. En la primera fue un éxito conseguir el ascenso. El Olímpic se convirtió en un equipo referente y que tenía un patrón de juego, con sus señas de identidad. A partir de una tremenda solidez defensiva íbamos creciendo. No encajábamos goles. Esta temporada nos quedamos con el éxito de la Copa del Rey.
¿Haber estado en el Bernabeu resulta más especial que lograr una promoción o un ascenso?
Jugar promoción y ascender es un logro muy complicado y trabajado. En cualquier categoría ser campeones resulta difícil y ascender imagínate, pero para cualquier futbolista es lo máximo. De todas formas, en el campo del Real Madrid pocas veces se juega. Fue especial.
¿Cómo empezó andadura en el mundo del balompié?
Salí de la escuela del Don Bosco, aunque también pasé por Serranos y Torrent. En el Don Bosco me siguió el Albacete y me ficharon para militar en el División de Honor. Luego pasé al Elche y de allí me llevo haber estado cuatro meses entrenando con la primera plantilla con Julián Rubio.
Seis promociones son muchas. ¿Con cual se queda?
Cada promoción es la leche y todas han tenido sus momentos. Me he quedado muy cerquita en algunas de ascender. De los dos ascensos, con el Villajoyosa fue como una obligación. Allí nos debían cuatro meses y sin el ascenso no hubiéramos cobrado creo. Me quedo con llevar al Olímpic a Segunda B y lo vivido en el Albacete.
¿Hay Kike Alcazar para rato?
Me siento con fuerzas y ganas de seguir. Creo que todavía tengo una edad buena y voy a seguir muchos años dando guerra en el mundo del fútbol. Sigo ilusionado y motivado.
¿Qué ha faltado para llegar a pelear por la promoción?
Somos un equipo limitado y con uno de los presupuestos más bajos de la categoría. Alternar Liga y Copa es complicado y teníamos que notarlo. Así ha pasado. Volcarse con la eliminatoria ante el Madrid nos afectó. Además, aunque no es excusa, hemos ido a algunos partidos con pocos jugadores. Aun así, y pese a no conseguir la promoción, creo que la temporada no ha sido mala.
¿Siente que estos últimos partidos sobran?
Somos profesionales. El clasificarse para la Copa está difícil, pero mientras hay vida hay esperanza. No hemos ganado en los momentos que teníamos que tirar para adelante.
Se ven resultados sorprendentes a estas alturas
Son jornadas de hacer muchas cuentas, pero lo más peligroso ahora es enfrentarse a equipos que ocupan las últimas posiciones de la clasificación. Ahora tener enfrente a un equipo necesitado es muy peligroso. Pelear por no descender es luchar por sobrevivir. Nosotros perdimos ante El Prat y lo comprobamos. Ellos se jugaban la vida y se notó.
¿Su futuro está en La Murta?
En Xàtiva me siento bien. Es un sitio donde siempre se han portado fenomenal conmigo y me he sentido respaldado por la afición. Mucho mérito de lo que ha ocurrido en este club, de lo que es y será el Olímpic, lo tiene José Alemany. Nos sentaremos a hablar a final de temporada y no creo que haya problema. Estoy a disposición de la entidad. El Olímpic es como una familia. Ese ha sido el secreto de este club.
¿Qué opina de la situación económica y deportiva de la categoría de bronce?
La Segunda B ha ido a mejor y se han conseguido cosas importantes desde AFE, como que el futbolista acabe cobrando su sueldo. La categoría económicamente ha estado mal, pero se está mejorando. Para los jugadores, el fútbol es un método de vida y los clubes lo tienen que ver así. Muchas familias viven de lo que gana un futbolista. También se debería dar un salto deportivo a la categoría: profesionalizarla.
¿En Catarroja se quedó con la espina clavada?
Quedamos quintos en una temporada en la que se hizo una apuesta muy fuerte por ascender a Segunda B. Se ficharon jugadores de nivel y se creó un bloque fuerte y competitivo que estuvo todo el año arriba. En Elda perdimos las opciones. Fue un buen año.
¿Entra a menudo a la plataforma digital Gosmedia?
Claro que la sigo. Siempre. Están realizando un buen trabajo llevando la actualidad de los equipos de aquí. El fútbol valenciano está muy bien representado en la página.