Después de 8 largos y duros años de espera, el Valencia CF volvió a disputar los octavos de final de la Champions League. El sorteo deparó que su rival fuera el Atalanta BC, y los de Albert Celades se encontraban en San Siro con la idea de sacar un resultado favorable a pesar de las numerosas bajas con las que llegaba.

Como se podía prever sobre el papel, los italianos salieron con la idea clara de ir al ataque y, tras un primer aviso del Papu de falta, Palasic puso el primer susto serio en el cuerpo valencianista. Sin embargo, iba a aparecer el guante de Jaume para impedirle el gol al croata con una mano milagrosa. Sin embargo, al tercer aviso iba a ser a la vencida. La pasividad defensiva permitió que el Papu centrara cómodamente al área y Hateboer se anticipaba a Gayá para, esta vez si, batir a un Jaume que no pudo hacer nada.

Un jarro de hago fría para el Valencia CF que necesitaba reaccionar y pensar que la eliminatoria era de 180 minutos. Kondogbia y Parejo querían controlar el centro del campo para tratar de mantener la posesión, aunque era muy estática y no eran capaces de romper las líneas para generar verdadero peligro. Y, tras un despiste defensivo de los locales, Ferrán se plantó sólo ante Gollini para terminar rematando al palo.

El partido se rompía y los de Albert Celades se encontraban más cómodos que nunca con una mejoría notable de Guedes. El portugués recibió un buen pase de Gayá y, con la zurda, cruzó en exceso el esférico. El partido había cambiado pero, caprichos del fútbol, cuando mejor estaban los de la Comunitat Ilicic puso el 2-0 con un auténtico golazo desde la frontal justo antes del descanso.

Tras el paso por el túnel de vestuarios, el Valencia CF salió con la idea de no recibir más goles. Pero, para desgracia visitante, las cosas iban a ponerse todavía más cuesta arriba. Los metros de más nuevamente en la frontal del área permitieron a Freuler poner el 3-0 y, poco después y con algo más que polémica, Hateboer anotaba su segundo tanto particular y dejaba muy tocado al cuadro ‘ché’ con el 4-0.

Albert Celades sabía que no quedaba otra que marcar aunque fuera un gol para volver a meterse en la eliminatoria y dio entrada a Cherysev que, en la primera que tocó, mandó el esférico al fondo de la red para hacer tomar aire al conjunto blanco. A partir de entonces, apretaron los valencianistas y Cherysev tuvo en sus botas el 4-2, pero los minutos pasaban y se entraba en el tramo final del encuentro. A pesar de intentarlo hasta el final, los de la Comunitat pecaron la falta de acierto en las dos áreas y vuelves para España con un 4-1 que levantar.

Con esta derrota, el Valencia CF deberá apear a la épica y al espíritu de Mestalla para poder superar la eliminatoria y eliminar al Atalanta BC. Si lo hiciera, escribiría una nueva página dorada en el libro histórico del club.