Ha costado, pero al final se ha conseguido. El Villarreal ha hecho historia con epicidad, carácter, ilusión, sabiendo sufrir y el trabajo de muchos años en la espalda. El triunfo del Villarreal es el reflejo de que hay que trabajar muy duro para conseguir las metas. La historia le tenía guardado al Villarreal una preciosa oportunidad en forma de final vengándose del mismo que le arrebató el sueño 15 años atrás. Nada es casualidad, ni el rival, ni la fase eliminatoria ni el momento.
Es la victoria del pueblo de 50.000 habitantes que tan cerca se ha quedado de alcanzar la gloria. Escribiendo estas líneas y sabiendo que el Villarreal estará en la final, se me viene a la cabeza el partido de Oporto, Valencia y Liverpool. Cómo dolió aquella tarde noche en Anfield. Pero, sobre todo, me acuerdo de Juan Román. Esos 11 metros que separaron al submarino de haber logrado una epopeya y forzado una prórroga histórica. En la vida todo llega. El Villarreal se ha adjudicado la frase “pico pala” durante todos estos años. Trabajando en silencio e ir construyendo la montaña de arena granito a granito. Poco a poco. Ha estado en el momento adecuado y derribado el portón que tenía un letrero donde ponía: “final europea”.
Con jugadores con solera como Albiol, Parejo, Alcácer o Gerard que lideran al grupo, el Villarreal se ha metido en la final de la Europa League. Sin olvidar a Unai Emery que, en su primer año en el equipo de La Plana, ha logrado un hito histórico para el club. Ante el Arsenal, compitió y sufrió solo al final. Bendito palo y benditas yemas de los dedos de Rulli. San Pascual se apareció para que el balón no entrase y darle el pase a la final al Villarreal. Esa pizca de suerte necesaria en los momentos claves que hacen que entres en una final. En las 4 eliminatorias anteriores, la suerte le había dado la espalda al Villarreal. Algo de fortuna siempre hay que tener para lograr el objetivo.

Foto: @VillarrealCF
Lo pasamos mal ayer. Sobre todo en los últimos 15 minutos. Pero nadie dijo que fuese fácil. El proyecto de Fernando Roig está más que asentado y quiere seguir creciendo. Considero que esa es la clave del buen proyecto del Villarreal. No conformarse nunca y, a pesar de que se siga diciendo que el objetivo es la permanencia, continuar evolucionando. Echas la vista atrás y te acuerdas de las uralitas que habían en el antiguo Madrigal y lo mucho que sufría el equipo por mantener la categoría. Ver en Vila-Real al Real Madrid y Barcelona era como ver pasar al cometa Halley. Ahora lo vemos cada fin de semana como aquel que dice.
Nunca olvidaremos el 6 de mayo a las 22 50. Un momento histórico para la afición y el club. Ver las lágrimas de muchos compañeros y amigos que han sufrido con el Villarreal. Ver a jugadores como Manu Trigueros, Mario que llevan media vida en el club celebrar el pase a la final. Hasta 12 canteranos estuvieron presentes en el Emirates. No es casualidad que los jugadores de la casa sean parte de lo conseguido.
Nos vamos a Polonia. Será difícil ante el Manchester, pero este equipo ya ha hecho historia. Se lo ha ganado a pulso.