Paco Marí Doménech (Moncada, 29 de diciembre de 1978) es el entrenador del Juvenil ‘A’ del Alboraia UD. Está realizando una espectacular e impecable temporada en el Grupo 8 de Liga Nacional Juvenil. Acaba de conseguir un histórico ascenso a División de Honor Juvenil, ya que es la primera vez en la historia del conjunto alborayense que se consigue este logro. Jaume Nebot
– Viendo la actual clasificación, a falta de una jornada, el Juvenil del Alboraia es tercero, solo por detrás de Levante B y Valencia B, y ya es matemáticamente equipo de División de Honor. ¿Está usted contento con el rendimiento del equipo? ¿Se lo esperaba?
– “Muy contento, muy contento. En agosto no me esperaba esto. Esperaba hacer buen año, claro, y sí que es verdad que el club me puso el objetivo de subir pero la realidad no era esa. La realidad en pretemporada era otra, ya que el Valencia ‘B’ nos metió ocho goles en nuestro segundo partido de preparación veraniega. Y éramos recién ascendidos a Liga Nacional. La realidad era otra”.
– ¿Cómo ha sido la temporada? ¿Hay algún partido que haya significado un punto de inflexión o que recuerde por algún motivo?
– “La temporada ha sido muy buena. Creo que ha habido dos partidos claves. Uno en Elche, en la primera vuelta, ante el Kelme. Ganamos (3-4) en el minuto 93. Fue importante sacar esos tres puntos porque luego nos venía ‘el Tourmalet’ con partidos seguidos ante Valencia ‘B’, Levante ‘B’, Atlético Burriana y Hércules en los que no conseguimos ganar ni uno solo de esos cuatro. Pero sobre todo, destaco el partido (2-1) del Levante ‘B’ en casa, en la segunda vuelta. Fue espectacular porque marcamos el empate en el minuto 89 y el definitivo 2-1 en el 93. Ese partido, si lo perdíamos, se nos ponía el Don Bosco demasiado cerca y los nervios hubieran ido creciendo en exceso. Además, esa semana fue un poco convulsa ya que nuestro director deportivo puso muchísima presión sobre los chavales y, por ello, creo que esa victoria ha sido muy determinante”.
– ¿Qué sensaciones sentisteis cuerpo técnico y jugadores el día que ganasteis (2-4) al Atlético Burriana y el Don Bosco perdió su encuentro, propiciando así, vuestro ascenso directo?
– “Las sensaciones fueron de mucha alegría. Fue un día en el que por la mañana ganamos en Burriana y, gracias a la derrota en Orriols del Don Bosco, esa tarde logramos matemáticamente dicho ascenso. Todos muy contentos por alcanzar la División de Honor”.
– ¿El Juvenil del Alboraia ha estado alguna vez en División de Honor?
– “No, el Alboraia nunca ha estado en División de Honor. La máxima categoría juvenil nunca había sido alcanzada. Y los que seguimos el fútbol base y demás, sabemos que este club siempre ha gozado de buena cantera por lo que ascender ha sido una gran alegría”.
– Usted tiene una trayectoria impecable e impoluta desde que dio el paso de sentarse en los banquillos y dirigir partidos de fútbol 11. Cuatro ascensos en cinco años, ¿cierto?
– “La verdad es que sí. Mi trayectoria es un poco meteórica, digamos. Yo me retiré del fútbol en mi pueblo natal, en Moncada, ya cansado del mundo futbolístico por diversas circunstancias. Pero el Atlético Moncadense, club de recién nacimiento, me propuso entrenar a su Juvenil. En principio no acepté porque quería desvincularme del fútbol y verlo desde otra posición, más apartado, pero coincidió que en dicho Juvenil estaba la generación de chavales que yo entrené en Benjamines hace unos 10 años. Y me convencieron y acepté. Y eso, con esa generación subimos de Tercera Regional a Segunda Regional, anotando 150 goles y sin perder ni un partido. Tras esto, volvimos a ascender de Segunda a Primera Regional. Y ya el tercer año, con estos brillantes chavales, nos quedamos a un solo punto de promocionar a Liga Nacional. Lo tuvimos en nuestra mano porque jugábamos en casa y con solo empatarnos servía para entrar en promoción. Pero perdimos 0-1 en el 88’ de forma dramática e injusta. Fue un palo muy duro pero bueno, fue bonita mi etapa allí. Y, tras esto, yo ya tenía pensado dejar de entrenar porque estos jugadores ya terminaban su etapa como juveniles y prefería apartarme del juvenil moncadense”.
– Y te llamó el Alboraia UD, ¿por qué fichaste por este histórico club?
– “Sí, estaba con el tema del cursos de entrenadores y demás, y un día me llamó el Alboraia UD. Hablé con Hurtado y, en principio, no iba a aceptar la oferta porque allí la categoría juvenil estaba un poco ‘olvidada’ si comparamos con la espectacularidad de su categoría cadete. Aun así, sabiendo que era un club importante y que las condiciones que me ofrecieron eran buenas, acepté. La frase del director deportivo, en el mismo momento que firmé, fue la de si me atrevía a subir a División de Honor en dos años. Algo que me dejó boquiabierto y un poco sorprendido, pero acepté de buena gana y muy motivado. Cogí al Juvenil ‘A’ del Alboraia en Primera Regional, subimos a Liga Nacional y este año directos a División de Honor. Dos años prácticamente inmaculados”.
– Cuéntanos qué destacas de la escuela del club alborayense, de su cantera y su apuesta por el fútbol base.
– “Sobre todo me gustaría destacar su categoría cadete. En Cadete Autonómico siempre queda por los puestos de arriba y me atrevería a decir que, tras Valencia, Levante y Vila-real, es el mejor club valenciano es esta categoría. Posiblemente la cuarta escuela a nivel de rendimiento y, quizá, añadiría que de calidad. Decir que en fútbol 8 también se hace un gran trabajo, hay muy buen alevín, etc… Y no quiero dejar de destacar la gran presión que nos vemos sometidos cuerpo técnico y jugadores desde la dirección deportiva en busca de cumplir nuestros objetivos. Mucha presión, sobre todo cuando estuve en Primera Regional la temporada pasada. La exigencia es total en este club”.
– La temporada que viene habrá rivalidad con otro club de l’Horta Nord que estará en División de Honor, el Tavernes Blanques CF. ¿Habrá disputa en el tema de confección de plantilla y hacer pruebas a nuevos juveniles?
– “Mucha, mucha rivalidad. Hay dos equipos clave en este aspecto, que son el Tavernes Blanques y el Torre Levante. Decirte que los últimos años, ambos clubes han visto al Alboraia como un ‘vivero’ en cuanto a adquirir juveniles. También Huracán Valencia ha aparecido. Por esto te digo, que hay que darle mucho valor a estos dos ascensos porque ha sido muy difícil confeccionar nuestras plantillas”.
– ¿Se apostará por una plantilla formada por chavales procedentes del Alboraya UD ‘B’ o se buscarán nuevas adquisiciones de otros lugares?
– “Lo bueno que tenemos es que, tanto el año pasado como este año, el 75% de nuestra plantilla son jugadores que todavía pueden seguir en categoría juvenil. Tenemos una base muy grande y de calidad. De todas formas las pruebas se harán y se intentará reforzar el equipo. En el Juvenil ‘B’ que está disputando promoción a Liga Nacional, además, tienen una plantilla muy joven por lo que se demuestra, más si cabe, la buena base que presenta el Alboraia UD”.
– Nos ha contado que en el Atlético Moncadense dirigió durante las tres temporadas a la misma generación de futbolistas. ¿Le ha pasado lo mismo en estos dos ascensos con el Alboraia o ha sido distinto?
– “No, aquí ha sido diferente. En el Atlético Moncadense la plantilla era más corta, tenías tus limitaciones. Pero aquí es distinto. Esta temporada han participado hasta 30 jugadores con nosotros, contando jugadores del ‘B’ e incluso hemos alineado a tres cadetes autonómicos. Los medios son más grandes aquí. Además, te doy un dato. De los 21 jugadores que forman oficialmente nuestra plantilla, el jugador que menos convocatorias ha entrado ha sido en 15. Así que podemos decir que hemos gestionado bien el equipo pero, sobre todo, porque los chavales han dado un rendimiento espectacular”.
– ¿Cuáles son los puntos fuertes de su plantilla?
– “Somos un equipo muy valiente y muy ambicioso. Hacemos muchos goles. También encajamos bastantes pero creo que sí, la clave de nuestro éxito es que buscamos con insistencia el gol. En posiciones de ataque tenemos mucho talento. Tenemos a cinco jugadores por encima de 10 goles. En la zona de arriba tenemos gente muy muy interesante. Mucho gol”.
– ¿Cómo se define como entrenador? ¿Busca atacar de forma insistente o prefiere replegarse atrás y salir al contragolpe?
– “A mí me gusta que mi equipo haga muchos goles. Nunca he sido un entrenador defensivo. Por ejemplo, en mi etapa en el Atlético Moncadense, las tres temporadas estuvimos por encima de los 100 goles a favor. El año pasado, ya en el Alboraia, anotamos 90 goles en Primera Regional. Que son muchos. Este año, en Liga Nacional, llevamos 81 y todavía falta una jornada ante el penúltimo. Seguramente seamos los máximos goleadores de todo el Grupo 8, una barbaridad. Ya te digo, mi equipo siempre va a pensar en eso, en buscar el gol. Está claro que no somos el Valencia o el Vila-real y no podemos realizar un juego caracterizado por mucha combinación como hacen ellos, pero lo intentamos y buscaremos siempre ser ofensivos”.
– ¿Qué me puede decir de su cuerpo técnico? ¿Han sido parte importante y clave en la consecución de este bonito éxito?
– “Espectacular, espectacular. Tanto Álex Rubio (segundo entrenador) como Javi Arias (preparador físico) como Carlos Martínez (delegado) han sido de gran apoyo. Son gente con muchísimas ganas de trabajar, muchas ganas de aprender. Son gente joven, que acaban de empezar, y tienen unas ganas inmensas. Y, sinceramente, hacen las cosas de manera altruista. No perciben ningún salario por su labor. Entrenar cuatro días, estar todos los partidos, ir a ver a rivales, toda la preparación,… es que es impresionante el trabajo que han hecho y están haciendo. Mucha ilusión y muchas ganas. Tanto de calidad como de cantidad. Impresionante”.
– ¿Ha contado con el apoyo de la afición esta temporada? ¿Cómo lucían las gradas del Campo Municipal Francisco Cardona Gil durante esta brillante campaña del juvenil ‘A’ alborayense?
– “El año pasado mucho más apoyo, si te digo la verdad. Esta temporada se ha echado en falta el apoyo. Aunque en momentos puntuales sí que han estado ahí, durante esta campaña ha faltado más ambiente. Por ejemplo, ibas a otros campos y la gente estaba mucho más interesada en sus juveniles. No sé por qué aquí no, no sé si porque se jugaba domingos por la tarde o porque hay muchos equipos en la cantera, pero ha faltado ese apoyo desde las gradas que siempre se necesita”.
– Para terminar, me gustaría destacarle que últimamente en el fútbol valenciano se está aplicando la promoción interna en cuanto a los banquillos se refiere. El claro ejemplo es el de Émer Esteve en Huracán Valencia, que pasa del Juvenil División de Honor a entrenar al primer equipo en Segunda División B. ¿Qué opina sobre ello?
– “Eso es muy bonito. Ver que existe esa promoción interna es lo que te motiva para trabajar. Por cierto, qué casualidad esta pregunta ya que el propio Émer Esteve fue el entrenador del Juvenil ‘A’ del Alboraia justo antes de que yo llegara. Descendió de Liga Nacional a Primera Regional y, aun así, fichó por Huracán Valencia. Por ello, no hay que ceñirse a los resultados únicamente. En Huracán ha hecho dos enormes temporadas y, ahora, va a estar merecidamente en un banquillo de Segunda División B”.
Texto: Jaime Nebot.
Foto: Óscar Márquez.