Auténtico bombazo el que ha salido a la luz en el día de hoy en el Lorca FC. El conjunto murciano podría ver cómo se marchan hasta diez jugadores de la plantilla después de que el presidente Roberto Torres les haya anunciado que no conocía la cantidad a la que ascendían sus sueldos y que por tanto no les va a pagar. Sin duda algo que ha pillado por sorpresa a estos futbolistas, que el pasado 17 de octubre oían del propio directivo que los pagos estaban garantizados, en unas declaraciones a Deportes Cope Lorca/Águilas.
📺 RUEDA DE PRENSA 📺@deportcopelorca nos deja el resumen de las declaraciones de nuestro presidente ROBERTO TORRES. https://t.co/Rv5my1pqxz
— Lorca Fútbol Club SAD (@LorcaFCSAD) October 17, 2020
De esta forma, el conjunto murciano podría ver cómo en menos de una semana se desmantela por completo un equipo que el pasado sábado anunciaba que Víctor Dus y Fernando Cuadrado, técnico y preparador físico respectivamente, abandonaban la entidad. Todo ello se suma al mal rendimiento deportivo del equipo en este inicio de temporada, que ha perdido sus dos primeros partidos oficiales: 3-2 ante el Mar Menor y 4-0 ante el Racing Murcia.
EL LORCA FC PODRÍA VER CÓMO EN MENOS DE UNA SEMANA SE MARCHA MEDIA PLANTILLA MÁS EL ANTERIOR ENTRENADOR Y PREPARADOR FÍSICO
La noticia ha saltado a la luz esta misma tarde después de que en la mañana de hoy el presidente se reuniese con el vestuario y les anunciase que no estaba al tanto de las cifras de sus contratos y que no podía asumir esos costes económicos. Un anuncio que ha dejado por los suelos a una plantilla que este año se había marcado el objetivo de estar en los puestos altos de la tabla para intentar ascender a un club que en la actualidad se encuentra dentro de un proceso concursal.

Con este mazazo, será Adrián Campoy, ex-jugador y segundo entrenador hasta ahora quien tendrá que dirigir al conjunto lorquino este fin de semana en el encuentro frente al Mazarrón CF. Habrá que esperar acontecimientos en los próximos días para conocer en qué queda este auténtico tsunami que puede tirar por los suelos todo el trabajo realizado en verano con el objetivo de intentar el ascenso a Segunda División B.