Lo vivido el pasado domingo 2 de junio en la ciudad de la Vega Baja fue increíble. Una fecha que quedará ya guardada en las arcas del club ya que, con la victoria sufrida y trabajada ante un digno rival como el Tarazona, el Orihuela CF regresó a la Segunda División B después de seis años.
El Orihuela se quedó a las puertas del ascenso la temporada pasada ante el Langreo
Se olía a día grande en los adelaños de Los Arcos. Una marea amarilla se dio cita para recibir a los que iban a ser los héroes del retorno del conjunto amarillo. La gente, con ganas, tenía mucha ilusión y, sobre todo, se lo creía. El herida del varapalo sufrido hace prácticamente en Asturias, frente al Langreo, aún no había cicatrizado del todo y el domingo era la fecha y el día indicado para hacerlo.
En un ambiente de fiesta, de celebración y de respeto mutuo por parte de ambas aficiones. Los escorpiones y los aragoneses se fundieron en cánticos de animación tanto para Orihuela como Tarazona. Un ejemplo de compañerismo y cortesía al alcance de muy pocas aficiones que permitió demostrar lo bonito que tiene el fútbol. Pero con el pitido del árbitro, cada uno ya remaba para su lado en busca de un mismo objetivo.
El gol de Antonio en la recta final desató la locura en Los Arcos
El Orihuela sufrió, sobre todo con el gol visitante justo al término de los primeros 45 minutos que hizo aparecer los fantasmas de Langreo o Sevilla y despertó el ‘run run’ en la grada. Sin embargo, también sabían que nadie había dicho que esto de conseguir un ascenso a la Segunda División B iba a ser un camino de rosas. Pero esta vez sí que el destino había guardado algo grande para el Orihuela.
Los de Villafaina sacaron el carácter ganador que llevan dentro desde que comenzara la campaña allá por el mes de septiembre y, con el gol del ‘pichichi’ Antonio ya en el tramo final del encuentro desató la locura entre la afición amarilla que estalló de emoción con el pitido final del colegiado. En ese momento, tanto jugadores, como cuerpo técnico y afición pudieron celebrar sobre el césped de Los Arcos el ansiado ascenso y demostrar de esa forma la enorme complicidad equipo-afición que ha habido durante todo el año.
Además, los escorpiones no desaprovecharon la ocasión para dirigirse a la afición visitante al grito de: «¡Qué si, joder, que vais a ascender!», para desearle toda la suerte del mundo para las próximas eliminatorias a las que tendrán que enfrentarse y cerrar así un emotivo vínculo entre ambas entidades.
La guinda a una temporada histórica
Con todo ello, el Orihuela CF le pone el broche de oro a una temporada que ya ha pasado a la historia. Primero, igualaron el récord de victorias consecutivas que hasta la fecha mantenía solamente el Mestalla. Un filial valencianista donde se consiguieron juntar jugadores de élite como Isco, Paco Alcácer, Juan Bernat, Portu o Carles Gil, donde incluso estaba el actual jugador oriolano, Nacho Porcar, que consiguió alcanzar nueve victorias consecutivas durante la temporada 2010/2011, algo que los de Villafaina consiguieron igualar.
Consiguió igualar dos récord del Grupo VI que solo estaban al alcance del Valencia Mestalla de la temporada 2010/2011
Después, justo en el último encuentro de la liga regular, los amarillos igualaron con su victoria ante el Alzira el mejor promedio de puntos histórico del grupo, que también había conseguido el mismo Valencia Mestalla. Un total de 86 puntos en las 42 jornadas disputadas, que significaban una media de 2’26 puntos por encuentro, algo a lo que hasta ese día solo había podido llegar el filial ‘che’.
De esta manera, el Orihuela CF volverá a codearse con algunos de los equipos históricos tanto de la Comunitat Valenciana como de España, ya que competirá el próximo curso 2019/2020 en la categoría de bronce de nuestro fútbol nacional, la Segunda División B, a donde no regresaba desde hacía ya seis años.