Y a los diez años resucitó. El Castellón regresa a Segunda División con su triunfo ante el Cornellà, con sufrimiento, no podía ser de otra manera, sufrir es algo que va en el ADN albinegro. Un gol de Juanto Ortuño en el minuto 26 del partido valió un histórico ascenso a Segunda Division en La Rosaleda de Málaga. El equipo de Óscar Cano, que llegó la pasada temporada en una situación límite y que ha pasado de salvarle del descenso a Tercera a devolverlo al fútbol profesional, culmina así una gran temporada, con campeonato incluido, que tuvo que alargarse hasta hoy quitándose la espinita del pasado sábado ante el Logroñés. Atrás quedan dos descensos, uno de ellos administrativo a Tercera, categoría en la que el conjunto de la capital de la Plana pasó siete insufribles años temiendo incluso por su propia supervivencia cada verano. Todo ello es pasado. Es el segundo ascenso en tres temporadas de un Castellón que vive un renacimiento a todos los niveles y lo más importante es que regresa a la categoría que por historia y tradición le corresponde.

Con los mismos once jugadores que salieron ante el Peña Deportiva Santa Eulalia en la segunda ronda de la promoción, con los mismos once guerreros salió Óscar Cano a jugar el partido decisivo por el ascenso. Un equipo que quería perpetuarse en la historia con un 1-4-4-2, con Álvaro Campos en portería; Muguruza en el lateral derecho, Satrústegui en el flanco izquierdo de la defensa, y Lapeña y Gálvez en el eje de la zaga. Carles Salvador y Rubén Díez formaron en el centro del campo, con Jorge Fernández partiendo desde la banda derecha, Íñigo Muñoz por la izquierda; y César Díaz y Juanto Ortuño formando dupla ofensiva.

El Castellón salió con el cuchillo entre los dientes desde el pitido inicial, aún no se había alcanzado el segundo minuto del partido cuando Satrústegui obligó a lucirse al meta Ramón tras una falta colgada por Rubén Díez. Sin solución de continuidad, Íñigo Muñoz buscó estrenar el marcador con un gol olímpico en un córner cerrado que se estrelló en el primer palo. Tras el impetuoso inicio castellonense el cuadro albinegro, aún con menor presencia sobre el arco contrario, controló la situación, tanto en el centro del campo como en línea defensiva, ante un Cornellà que apenas puso en aprietos a los de Óscar Cano en los primeros compases de la contienda. Sin embargo, y a pesar del dominio orellut, el partido entró en una nueva fase en la que el ritmo decayó progresivamente llegando incluso al tedio. Pasaron casi 20 minutos hasta que el equipo de la capital de la Plana volvió a tener aproximarse sobre el arco catalán, con un disparo lejano de Carles Salvador que estuvo a punto de desviar peligrosamente Juanto Ortuño, que necesitaba reencontrarse con el gol cuando más falta le hacía al equipo.

Pero cuando más abierto estaba el partido llegó precisamente el gol de Juanto, el ansiado tanto albinegro nació en un centro de Jorge Fernández, desde la frontal del área, y este lo cabeceó a gol el atacante murciano a pesar de que Ramón acertó la dirección la pelota. El propio Juanto pudo dar la tranquilidad al Castellón con el segundo gol, pero su tiro cruzado lo rechazó el cancerbero Ramón Juan. No obstante, el Cornellà reaccionó en la recta final del primer acto, en especial en acciones a la contra, fruto de peligrosas pérdidas albinegras en el centro del campo, la mas destacada la tuvo Pablo Fernández con un cabezazo desde la frontal del área que se marchó rozando el larguero. La última acción de peligro del primer tiempo también corrió a cargo de la escuadra catalana, con una disparo lejano de Isaac Nana, pero el esférico se marchó a la derecha de la portería de Álvaro Campos. Se le estaba haciendo largo del primer tiempo al equipo de Óscar Cano, que tras adelantarse en el marcador vio como los verdiblancos pasaron a controlar el partido y metieron atrás a los castellonenses.

Tras el descanso Víctor García sustituyó a Íñigo Muñoz,que se quedó en los vestuarios debido a unas molestias, un cambio natural que no implicó cambios de sistema ni de posiciones. Y en la reanudación el cuadro barcelonés arrancó fuerte, de hecho Álvaro Campos tuvo que aparecer sacando los puños a pasear a un tiro cruzado de Agus. Lo cierto es que el inicio del segundo acto se asemejó al final del primero, el Cornellà controló el choque, en especial en campo contrario, y sobre todo, lo más preocupante, es que los catalanes cada vez llegaban con mayor facilidad al área albinegra. Así estaba la decoración cuando César Díaz pudo empaquetar medio ascenso para la capital de la Plana, corría el cuarto de hora del segundo periodo cuando el delantero manchego, solo ante el portero Ramón Juan, no pudo definir ante el meta, que tocó el cuero lo suficiente para enviar el cuero a córner.

El cronómetro corría, y lo hacía a favor del Castellón sin que se registraran ocasiones de gol, de hecho Álvaro Campos únicamente había tenido que aparecer en la mencionada ocasión catalana al comienzo de la segunda mitad, poco más. Pero si el cuadro albinegro tenía la sartén por el mango el Cornellà no resignaba con el marcador en contra. Iba a sufrir el Castellón de no marcar el segundo. En estas Eloy Gilà puso a prueba al meta albinegro con un peligroso tiro desde la frontal del área. A diferencia del Cornellà, al Castellón le costaba cada vez más llegar a la portería contraria, el cansancio hacía mella en César Díaz, Rubén Díez o Juanto, precisamente el primero fue relevado por Alcaina en el ecuador del segundo acto. No obstante, los acercamientos verdiblancos no cesaban, la entrada de Fer Pina al terreno de juego aportó mayor fluidez a los barceloneses. Guzmán, en plancha, pudo lograr el empate, pero el cuero se marchó rozando la madera, otra ocasión clara que, por suerte para los de Cano, no encontró portería.

No le gustaba la decoración del partido al técnico granadino, por ello dio entrada a un hombre de contención como Marc Castells por un delantero como Juanjo Ortuño. Con esta permuta el equipo pasó a jugar con un 4-4-1-1, con Castells junto a Carles Salvador en el doble pivote, y Rubén Díez en la mediapunta por detrás del Alcaina, único delantero referencia. El Castellón apostaba por aguantar el marcador, y lo hizo con oficio, controlando los tiempos, jugando ese infrafútbol que el cuadro albinegro no supo desarrollar ante el Logroñés. Ya en la recta final, Alcaina pudo sentenciar en una contra que trazó Javi Serra, que acaba de salir al campo por Jorge Fernández, pero marró y entre la zaga y el meta sacaron el remate del delantero valenciano. Los orelluts supieron jugar los últimos minutos para certificar, sin mayores sobresaltos, el ascenso a Segunda División.

Han pasado 3710 días desde que el Castellón certificara su descenso a Segunda B en Soria ante el Numancia en mayo del 2010, 3710 largos días que hoy tocan a su fin. La Rosaleda y Málaga quedarán para la historia albinegra, no en vano suponen el duodécimo ascenso de la entidad de la capital de la Plana, el séptimo a la categoría de plata del fútbol español. El gol de Manu Busto en 2005 ante el Zamora ya queda en un segundo plano tras la diana de Juanto Ortuño. El Castellón ha vuelto al lugar del que nunca se debió marchar ¡Pam Pam Orellut!