A este paso va a ser imposible encontrar ansiolíticos a menos de cien kilómetros a la redonda. Todos los que se encuentren van a ser necesarios para sacar al Athletic de la depresión de caballo que atraviesa. Las dos finales de
Que un diario de la categoría de L´equipe definiera en su momento al conjunto bilbaíno como “un caso único en el mundo” llena de orgullo a todos aquellos que viven y respiran en rojo y blanco. Casi nada. Es, sin
Me gusta que digan “el Bilbao”. Sí. Me gusta. ¿Para qué os voy a engañar? Me pone. Esa es la verdad. Hay muchos aficionados que se llevan las manos a la cabeza, que se tiran de los pelos o hablan
Junio de 1998. Plaza del Ayuntamiento de Bilbao. Acaba de finalizar la temporada. Miles y miles de aficionados se agolpan con sus bufandas y banderas rojiblancas para festejar el segundo puesto del Athletic en el Campeonato y la consecuente clasificación
Asier Villalibre, el Búfalo de Gernika, conecta con la tradición de los delanteros que se desatan cuando buscan el gol con la ambición y la voracidad de los animales salvajes. Un delantero centro, un nueve, siempre tiene hambre de gol,
Cuenta la leyenda que Damocles, un cortesano del siglo IV A.C., cambió por un día su puesto con el rey Dionisio I, tirano de Siracusa. Cuando Damocles llegó al comedor de palacio se sentó en el trono y fue agasajado
Gaizka Garitano ha tomado una decisión. Quizá arriesgada, quizá obligada por las circunstancias. Igual un poco de ambas cosas. Con el mayor protagonismo que acaparan los jóvenes, el técnico del Athletic no ha empezado una revolución, pero sí una transición.
Se le atribuye a San Ignacio de Loyola la frase de: “En tiempos de tribulación no hagas mudanzas”. Lo que ocurre es que en la época en la que vivió el fundador de la Compañía de Jesús no existía el
Corren tiempos extraños, convulsos e inciertos. En esta era de la pandemia gobierna la incertidumbre. Y esa ausencia de certezas coloca al Athletic, desnortado en el césped, inquieto en su interior y bronco en su entorno, frente a un escenario
