Temporada complicada donde las haya para un histórico del fútbol regional como el Vinaròs CF, que se ha visto abocado irremediablemente a perder la categoría Preferente, un hecho que es ya matemático a falta de siete jornadas, aunque desde hace un tiempo el club pensaba ya en armar proyecto para Primera Regional.
En apenas campaña y media, desde que se precipitaron los acontecimientos con el cambio de rumbo de la entidad a causa de sus problemas económicos, que llegaron incluso a hacer temer por su supervivencia, el equipo vinarocense ha pasado de estar ambicionando el subir a Tercera División, a haber tenido que dar la cara como buenamente ha podido, a duras penas, hasta confirmarse tras esta pasada jornada su descenso matemático de Preferente a Primera Regional, cuando quedarán aún por disputarse siete jornadas de competición. Colista y con apenas dos puntos sumados, sin haber podido estrenar el casillero de victorias, el conjunto langostinero se despedirá de la categoría a la finalización del presente curso, una circunstancia que tenían bien asumida desde hace unos meses en la entidad presidida por Ximo Geira, que ha hecho todo lo posible para que el club se mantenga con vida.
No obstante, en el actual Vinaròs CF eran conscientes de que sus limitaciones a la hora de poder comprometer jugadores les llevaron a tener que confeccionar una plantilla por debajo del nivel de la Preferente, como así reconocieron desde el club, por lo que en ese sentido lo lógico era tener al equipo en alguna categoría inferior.
«Estamos pensando en hacer equipo y montar proyecto para Primera Regional»
Hay que recordar que esta campaña se llegaron a plantear incluso el empezar de nuevo desde Segunda Regional, aunque finalmente mantuvieron una plaza en Preferente que, al cabo, deportivamente, no van a poder conservar de cara a la siguiente temporada. «Estamos pensando en hacer equipo y montar proyecto para Primera Regional», comentaban a este medio desde la entidad langostinera, seguros también de que los jugadores seguirán dando la cara en el tramo final de temporada, y a pesar de que los resultados no les hayan acompañado para nada.
El rumbo de los aconteceres deportivos en el Vinaròs llevó también, a principios de diciembre pasado, a que Hilari Rodríguez dejase de ser el entrenador, sustituyéndole un técnico de la casa y de la localidad como Abraham Soto, cuya principal misión ha sido estabilizar al menos una plantilla que pudiera competir hasta el final, con independencia de los resultados.
Y es que una de las constantes de la temporada fueron las numerosas bajas y vaivenes en la composición de la plantilla (entre los que decidieron marcharse, además de las lesiones y sanciones), lo que muchas veces le hizo al Vinaròs ir con lo puesto a los partidos, debiendo recurrir también en muchas ocasiones a los jugadores del filial y a los juveniles para poder completar las convocatorias y las alineaciones.
En las últimas jornadas, dentro de la plantilla disponible, el técnico sí que ha podido recuperar efectivos y disponer de un grupo más constante. Con el ánimo de aguantar la situación hasta el final, el combinado vinarocense jugará en Puçol el próximo domingo a partir de las 11.30 horas. El técnico, Abraham Soto, no podrá contar con Cristian y Tatán por sanción.
