El pasado fin de semana los Leones Seven se clasificaron para el Preolímpico de Colomiers, competición que se disputará los próximos días 13 y 14 de julio, tras finalizar en sexto lugar en el Europeo de Moscú. Ahora la selección española ya está enfocada en la cita francesa, donde tendrá que quedar entre los tres primeros para tener opciones de ir a Tokio 2020.
El conjunto campeón logrará el billete matemático para Tokio 2020 y podrá por tanto irse de vacaciones, pero no todo estará sentenciado para el resto. Tanto el segundo como el tercero dispondrán de una última bala para estar en los Juegos: la repesca mundial.
Tras acabar 6º en el Europeo de Moscú, los Leones 7s jugarán el Preolímpico de Colomiers.
Los pupilos de Pablo Feijoo, entre los que se encuentra el valenciano Javier Carrión, uno de los pesos pesados en los esquemas del seleccionador nacional, afrontan el reto de volver a hacer historia. Ya lo hicieron en 2016 clasificándose para los JJOO de Río de Janeiro al ganar a Samoa por 22-19 en la final de la repesca celebrada en el estadio Louis II de Mónaco.
Un triunfo y por ende título en el que el propio Carrión fue uno de los artífices, de hecho el inicio fulgurante ante Samoa fue gracias en parte al valenciano. Una selección que nos hizo soñar con más valencianos como César Sempere o el capitán por aquél entonces Matías Tudela. En Golsmedia Sports entrevistamos al talentoso jugador del Club Rugby La Vila.
El campeón irá directamente a Tokio 2020, el subcampeón y tercero a la repesca mundial.
Europeo Moscú y Preolímpico Colomiers
Los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 son una carrera a fondo. Javier Carrión, quien siempre será parte de la historia del rugby español, lo sabe bien. Por ello, aunque el primer objetivo está conseguido el valenciano nos advierte de que falta muchísimo por hacer y que será muy difícil repetir la gesta de 2016.
«Estamos muy contentos no sólo por conseguir el objetivo del Preolímpico, sino porque nos fuimos de Moscú con buenas sensaciones que nos hacen ir a Colomiers con mucha confianza», explica. «Ganamos a Inglaterra, perdimos por muy poco en el disputado partido ante Irlanda… así que vamos a competir cada partido», agrega.
«Nos fuimos de Moscú con buenas sensaciones que nos hacen ir a Colomiers con mucha confianza».
«Aunque no somos favoritos puede pasar cualquier cosa porque hemos demostrado que somos muy competitivos y podemos ganar a cualquiera», asegura. «De hecho cuando nos salen buenos partidos hemos logrado ganar a selecciones como Nueva Zelanda, así que podemos ganar el Preolímpico», añade.
A pesar de que la acusada diferencia en recursos entre España y otras selecciones, que para Javier complica el poder doblegar a algunos combinados, se muestra esperanzado. «Es muy difícil ganar a selecciones que tienen más medios, pero también te digo que no sería una locura ganar el Preolímpico porque el seven es un deporte muy mental y por eso ni aunque fuéramos favoritos me atrevería a dar por sentenciado nada», indica.
«Aunque no somos favoritos, hemos demostrado que podemos ganar a cualquiera así que no sería una locura ganar el Preolímpico».
A nivel táctico poco hay que incorporar, por no decir nada. Como bien nos comenta el godellense «el equipo lleva todo el año trabajando» así que las nociones están más que aprendidas. Ahora sólo falta el último «repaso» para llegar en las mejores condiciones posibles a Colomiers.
Sin embargo hubo un aspecto que el internacional considera que les impidió mejorar el 6º puesto de Moscú y que de cara a Colomiers es fundamental llevar a cabo la perfección para subir al podio: la concentración. «Los pequeños errores no forzados en Moscú por falta de concentración nos penalizaron. Tenemos que mejorar en ese aspecto porque el nivel lo tenemos y si estamos concentrados daremos lo mejor de nosotros mismos», apunta.
«Los pequeños errores no forzados en Moscú nos penalizaron. Tenemos que mejorar eso para Colomiers porque el nivel lo tenemos».
Tokio 2020, un sueño
Como hemos comentado con anterioridad, el integrante del Proyecto FER fue uno de los héroes que logró la clasificación a Río de Janeiro 2016. Una clasificación que el deportista del Proyecto FER califica de «hazaña» porque «nadie apostaba por nosotros» y con la que sueña repetir.
«Los que hemos tenido la suerte de ir a los es una competición muy especial, tiene mucha trascendencia y como deportista no hay un evento mejor. Para mí es un sueño volver a unos JJOO aunque no me quiero ilusionar y engañar, es muy difícil».
«Para mí es un sueño volver a unos JJOO aunque no me quiero ilusionar y engañar, es muy difícil».
Torres más altas han caído. Así lo refrenda el historial de los Leones Seven, capaces de ganar a las grandes potencias. David contra Goliat, un David por el que van a pelear volver a convertirse. Eso sí, aviso a navegantes. Es un «sueño», no una «obligación».
«Sueño todos los días con ir a Tokio, si no lo logramos nos dolerá pero no sería un fracaso histórico. Somos realistas por las selecciones que se encuentran en la lucha pero vamos a dejárnoslo todo», apostilla.
«Sueño todos los días con ir a Tokio, si no lo logramos nos dolerá pero no sería un fracaso histórico».
Necesidad de competiciones de seven
En las líneas precedentes ha salido a relucir cómo la desigualdad de recursos entre selecciones hace que ganar a combinados top a nivel mundial sean anécdotas y no realidades que se repitan con frecuencia. A continuación, vamos a profundizar en la que para Javier supone la gran solución al problema español.
«Faltan jugadores especializados. Al final los que hemos llegado a seven es porque hemos destacado jugando a rugby xv», señala. Y es que la modalidad olímpica en España es prácticamente una recién llegada frente a otros países con mayor trayectoria.
«Faltan jugadores especializados. Los que hemos llegado a seven es por haber destacado en rugby xv».
De ahí la creación de la España 7s Series, competición que acaba de celebrar su primera edición y con la que se pretende ojear a jugadores con potencial, que aprendan y se formen para mejorar exponencialmente el nivel. En otras palabras, ser el futuro vivero de la selección española.
«Esta competición es muy interesante para apostar realmente por el seven. Porque tenemos jugadores con mucha proyección pero hay que trabajarlos», subraya. «Es muy raro que en España un jugador llegue y tenga ya el nivel para ser internacional sin haber practicado antes, ha de aprender el deporte, formarlo», incide.
«Tenemos jugadores con mucha proyección pero hay que trabajarlos, han de aprender el deporte».
Presente y futuro del rugby valenciano
Desgraciadamente el Club Rugby La Vila ha descendido dejando huérfana a la Comunitat Valenciana en la élite, una División de Honor en la que cuatro conjuntos valencianos pelearán la temporada 2019-2020 por llegar y volver a representarnos. Javier, como no puede ser de otro modo, lamenta no haber podido ayudar a su equipo.
«Este año he apostado mucho por el proyecto de seven y no he podido jugar ni un partido con La Vila«, explica. «Ver el sufrimiento desde fuera y no poder ayudar es muy duro. Yo estuve en el ascenso y sé lo complicado que es llegar ahí y mantenerse», lamenta.
«Yo estuve en el ascenso de La Vila y sé lo complicado que es llegar ahí. Ver el sufrimiento desde fuera y no poder ayudar es muy duro».
Un descenso que va a acentuar más si cabe la fuga de talentos, jugadores con muchísima proyección que se marchan a otros equipos de la Liga Heineken para poder competir contra los mejores de nuestro país. Y es que la cantera de la Comunitat Valenciana es envidiable, tan sólo hay que ver la cantidad de jugadores que copan los combinados nacionales tanto de rugby xv como seven masculinos y femeninos.
Sin embargo hay un halo de esperanza, gracias a la generosidad de la Fundación Trinidad Alfonso. La entidad presidida por Juan Roig va a destinar 50.000 euros a cada equipo valenciano de la División de Honor B durante la campaña 19-20 con el fin de que al menos uno de ellos alcance la gloria.
La Fundación Trinidad Alfonso destina 200.000 euros a los cuatro equipos valencianos de DHB para facilitar el ascenso a Heineken.
«Hay que estar muy agradecidos por estas ayudas, Valencia merece tener un equipo en División de Honor. Pero no llegar y ya está, sino mantenerse, crear un proyecto sólido con el que trabajar porque aquí se están haciendo muy bien muchas cosas», declara.
Por ello, el godellense contempla la posibilidad de crear un super equipo valenciano si ningún club asciende en un periodo de tiempo relativamente corto. «No sé cómo lo haría, pero me encantaría que todos tuvieran opciones de quedarse en casa y jugar al máximo nivel», reconoce. «Es muy importante tener un equipo referente, sea como sea la forma pero estar», sentencia.
«Valencia merece tener un equipo en División de Honor. Me encantaría que todos tuvieran opciones de quedarse en casa y jugar al máximo nivel».