Las ilusiones del Horadada de seguir en Preferente se enterraron definitivamente la pasada jornada en La Nucía. Los de Ikomar han vivido un ejercicio liguero de constantes vaivenes, que han desembocado en la pérdida de la categoría.
Una campaña con notables dificultades la que dejará atrás el conjunto de Ikomar en cuanto pasen estas dos jornadas ya intrascendentes que le restan por delante. Resultados que no acompañaron, tres entrenadores diferentes a lo largo de la temporada, muchos cambios en la plantilla buscando también por ahí los revulsivos, complicaciones para poder repetir onces y convocatorias. Ha sido la suma de todo lo que ha llevado al Horadada a quedarse sin poder competir la próxima temporada en Preferente.
La temporada se complicó desde el principio:
El Horadada empezó ya de manera titubeante la temporada, se le resistió la primera victoria y, con la liga en marcha, el club ‘pilareño’ seguía apuntalando su plantilla. Hubo que esperar a la jornada 12 para que los de Pilar de la Horadada lograsen su primera victoria de la campaña, y fue en Villena con resultado de 0-1. Se puso fin a la mala racha y, por añadidura, el equipo se reforzó en el ataque. Pero a la jornada siguiente se volvió a las andadas perdiendo por 0-1 en Ikomar frente al Benidorm. Luego se llevó un punto de Cox, aunque volvió a caer en casa por la mínima diferencia frente a La Nucía.
El hecho de que los resultados no fueran los esperados provocó más de un movimiento en el banquillo de Ikomar. Así, tras la destitución de José Miguel Almagro en el mes de octubre, el entrenador oriolano Juan Cartagena aterrizó en el UD Horadada. El nuevo técnico de los de la Vega Baja dirigió al equipo en 15 partidos, de los cuales solo pudo sumar 13 puntos. Un bagaje que no sacó al Horadada del farolillo rojo del Grupo IV. De ahí que, a falta de 12 jornadas por disputar y teniendo la salvación a siete puntos, la directiva optó por un nuevo relevo en el banquillo. Tras la destitución de Cartagena, Julio Algar se convirtió en el tercer técnico que pasaba por Ikomar esta temporada. Los cambios no se quedaron solo en el banquillo, toda vez que la plantilla siguió experimentando modificaciones en forma de altas y bajas en la búsqueda de un revulsivo para el equipo.
No iba a ser ésta la temporada del Horadada, aunque Campillo avisó que aún tenían esperanzas de salvarse, pero a pesar de los nuevos refuerzos, sobre todo para la línea de ataque, el paso de las jornadas evidenció la dificultad de poder salvar la categoría, por la desventaja que llevaba el equipo de la Vega Baja respecto a sus antecesores en la tabla. Hasta confirmarse su descenso matemático esta pasada jornada tras la derrota por 2-1 en el campo del nuevo líder, La Nucía.
Como en todo descenso, se abre ahora en el seno del club un periodo de reflexión para ver en qué se ha podido fallar y en trabajar para diseñar el nuevo proyecto deportivo, que partirá desde la Primera Regional con la misión de montar un equipo competitivo para intentar regresar lo antes posible a una Regional Preferente en la que en los últimos años han participado en varias promociones de ascenso a Tercera. De cara a la penúltima jornada, que será de mero trámite para el Horadada, recibirá en Ikomar al Villajoyosa, el sábado a partir de las 18.00 horas.
